En este caso se meten en la cazuela todos y cada uno de los ingredientes desde el comienzo, excepto los garbanzos, que se introducen cuando el agua rompe a hervir. El tiempo de cocción de los garbanzos en cazuela de barro depende bastante de la variedad del mismo y de la intensidad del fuego, pero por lo general suele rondar las 3 horas desde el instante en que el agua rompe a cocer. Pelamos tres patatas de tamaño mediano, las lavamos, partimos en trozos aproximadamente grandes y las añadimos a la cazuela minutos aproximadamente antes de que los garbanzos estén hechos. A medida que pasa el tiempo lo podemos ir probando hasta hallar el punto de dureza deseado. Los pinchamos por múltiples partes de su superficie con ayuda de un tenedor o un palillo, los ponemos en un cazo y cubrimos con bastante agua. Ponemos a fuego medio-bajo y dejamos cocer por lo menos durante 20 minutos precisamente, si bien el tiempo de cocción dependerá del tamaño y lozanía de exactamente los mismos.
En la olla tiraremos un chorro de aceite de oliva y sofreímos el hueso de jamón, la panceta de cerdo, el tuétano y el tocino salado. Procuraremos ir dando vuelta a todo para que se vaya marcando y después lo sacaremos. Con esta olla de barro lograras disfrutar de un sabor particular bastante propio de la cocina tradicional. Los rellenos los agregaremos al agua donde se estén cociendo el resto elementos (garbanzos, patatas, carne…) unos minutos, a fin de que se empapen pero sin dar gusto al cocido. Ser útil en un puchero de barro hecho a mano el resto de ingredientes a salvedad del repollo que lo vamos a poner en una fuente aparte.
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Apagamos el fuego y vamos a retirar los garbanzos, la morcilla y el chorizo. El resto lo dejaremos descansar tapado durante al menos una hora. Debemos retirar la espuma que se va a ir formando en la parte de arriba del agua, retirándolo con una espumadera.
Un práctico envase de cocina en el que elaborar todo tipo de platos de forma cómoda, a la forma más tradicional. Guarda esta receta para hallarla mucho más de manera fácil cuando la desees cocinar. Los garbanzos en general se acompañan de una verdura cuando los vamos a comer, por servirnos de un ejemplo repollo, acelgas, cardillos, judías verdes, collejas, etcétera. Desde el momento en que soy pequeño recuerdo a mi madre realizando cocido cada sábado, fuera invierno o verano, para comer todos juntos. En la actualidad sigue haciéndolo y se ha convertido en mi plato favorito.
Cuanto mucho más abultado mayor será el tiempo de cocción requerido. La sopa la tenemos la posibilidad de acompañar con pequeños trozos de pan duro de múltiples días empapado, con encurtidos diversos, con ajo muy picadito, con cebolleta o cebolla cruda… en la pluralidad está el gusto. En una cacerola ponemos un óptimo chorro de aceite de oliva y doramos 3 dientes de ajo pelados y partidos por la mitad. Si nos gusta, tenemos la posibilidad de añadir 2 cucharaditas de pimentón dulce y dejamos que se sofría. ¡Cuidado de que no se queme, pero que tampoco quede crudo! Agregamos el repollo, removemos bien para que se impregne del pimentón, dejándolo hasta el momento en que se rehogue bien, y listo.
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Acompañar la sopa con cebolla morada y piparras, y el plato fuerte con salsa de tomate natural aromatizada con comino. Terminado de cocer el cocido, se divide el caldo necesario para la sopa, dejando algo en la cazuela para que los elementos del cocido no se enfríen ni se sequen. Se hervirán los fideos durante unos 15 minutos aproximadamente en el caldo que hemos guardado para la sopa, que se servirá aparte en una sopera. Una vez que contamos todos los ingredientes dentro de la cazuela, cubrimos todo de agua del grifo, salamos y echamos una pizca de colorante . En nuestro caso hemos lavado dos huesos salobres de espinazo de cerdo. Les quitamos el exceso de sal bajo el agua del grifo y los echamos a la cazuela.
Pelamos tres patatas de tamaño mediano, las lavamos, partimos en trozos más o menos enormes y las agregamos a la olla poniéndola de nuevo a fuego medio. Tapamos y, cuando comienza a producir sonido por la salida del vapor, apagamos el fuego y retiramos. Abrimos la válvula y cuando ha salido todo el vapor abrimos. Comprobamos que los garbanzos y el resto de elementos estén en su punto óptimo de cocción, completados para comer. Lo lavamos para quitar cualquier resto de tierra y dejamos escurrir.
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Para hacer la sopa, colamos el caldo y añadimos los fideos en el momento en que el caldo comience a hervir. El tiempo de cocción del fideo fino entre 5 y 14 minutos. Para el relleno, se pican la carne y el tocino que terminamos de sacar y agregamos los 2 huevos batidos, un ajo bien picado, perejil y 2 cucharadas de pan rallado. Le ofrecemos forma de croquetas y doramos en una sartén con aceite ardiente. Si elegimos esta opción debemos usar un difusor para gas, vitrocerámica eléctrica o de inducción en dependencia del tipo de cocina que tengamos.
Incorporaremos 2 ajos enteros y los ingredientes que hemos sofrito al comienzo. Tiraremos el agua caliente para no recortar la cocción y que podamos llevarlo antes a ebullición. Un rico cocido, ya apetecen los platos de cuchara y hecho en una olla y a fuego lento, debe estar riquísimo, de esta manera quedan unos platos exquisitos.Como los de las abuelas. Semeja que al fin el frío empieza a ingresar, al menos en el Sur. Así que es un buen instante para un cocido poderos en una olla de barro, a fuego lento, aun al amor de la lumbre en una chimenea.
Para realizar un buen cocido, lleva tiempo a fin de que tenga rigidez, y lo más conveniente es hacerle a fuego retardado durante 4 horas. Quitaremos la tapa y añadiremos la infusión, el chorizo, la morcilla y la zanahoria. Volvemos a tapar y vamos a dejar cociendo a fuego lento otra hora y media aproximadamente.
Pantallas
La noche anterior a la realización del cocido ponemos los garbanzos en agua . Efectuamos varios lavados mudando el agua para quitar posibles impurezas y, una vez hecho esto, les cubrimos dejándolos de esta forma toda la noche (mínimo de 4 a 8 horas). Así favorecemos la rehidratación de la legumbre para que queden mucho más tiernos a la hora de cocerlos, disminuyendo de este modo sensiblemente los tiempos de cocción. Apagamos el fuego y lo tapamos con un plato a fin de que se infusione. Incorporaremos el morcillo o jarrete, las costillas de cerdo y la gallina o pollo. Le iremos dando vuelta a fin de que queden sellados por todas partes.