En el momento de rebozadlos en azúcar tienen que está bien secos de aceite y algo fríos, a fin de que fije bien mezcla dos medidas de cuchara de harina con el azúcar de rebozar de esa forma la cubierta de azúcar queda fina y traje. 1- Primero echamos los huevos, después el azúcar y batimos. Recibe un dirección de correo electrónico semanal con las novedosas recetas de rechupete. El aceite no debe estar excesivamente caliente, si lo está las rosquillas van a quedar muy oscuras y corremos el peligro de que queden crudas por dentro. Vais a tardar poco menos de una hora y tendréis una caja llena de rosquillas para la hora de la merienda o el desayuno.
Y si sobran, pues las guardáis y para mañana, pasado y mucho más allá. Soportan en perfecto estado a lo largo de días, sin ponerse correosas ni chiclosas. Apuntar los ingredientes para la compra y este fin de semana al lío. Idóneas para estos Carnavales o Semana Santa.
En el momento de rebozarlos en azúcar, los roscos deben estar calientes o templados, nunca fríos ya que el robozado entonces no se va a quedar pegado. El aceite no debe estar muy caliente (a fuego máximo) pues si no los roscos se dorarán rapidísimo y nos van a quedar crudos por dentro. Hacemos una mezcla en partes iguales de azúcar y canela y rebozamos los roscos. También podemos ponerles sólo azúcar y prescindir de la canela.
Recetas Asequibles
En el momento en que el limón empiece a dorarse apagamos el fuego y reservamos. Llegados a este punto, incorporamos primero la levadura química y 3 cuartos aproximados de la harina. Con el cuarto de harina que nos queda, el que quizás no empleemos entero, vamos a añadir un tanto y mezclamos. Repetiremos esta operación hasta que consigamos una masa de rigidez blandita, algo pegajosa y bien difícil de manipular. Si nos pasamos con la harina, la masa va a ser muy manejable pero nos quedarán unos roscos demasiado sólidos.
6- Al final del desarrollo la masa queda que se pega pero se tiene que poder despegar bien de las manos, si no va a ser que necesita un tanto mucho más de harina. Ahora disponemos lista nuestra masa de roscos de huevo, debemos dejarla descansar una hora. 2- Añadimos el zumo de naranja y batimos, en realidad debemos batir cada vez que añadimos ingredientes uno a uno.
Rosquillas De Huevo De La Abuela Receta De Concepcion Garcia Diaz
Las porciones de masa para realizar las rosquillas no debe ser demasiado grandes por el hecho de que al freírlas se marchan a hinchar bastante. Rebozamos con azúcar o con una mezcla de azúcar y canela. Engrasamos con aceite una área limpia y lisa y asimismo nuestras manos.
En estos años he escrito recetas y libros, grabado vídeos, he dado tutoriales presenciales y clases en academias de hostelería. Y cocinar para mi familia y amigos todavía es mi enorme pasión. En esta web deseo comunicar contigo mi experiencia, para que gozes de la cocina tanto como yo y todos tus platos salgan de rechupete.
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No es labor sencilla trabajar con esta masa puesto que se estira rápidamente, pero si deseamos unos roscos de huevo esponjosos requerimos que la masa esté de esta forma. Un consejo, si te mojas los dedos en aceite antes de coger el pellizco te posibilita el trabajo de moldeado. Tenemos la posibilidad de añadir a la masa unas semillas de anís (o freírlas en el aceite de oliva y después colarlas), canela en polvo o aroma de vainilla, hay muchas fórmulas para encontrar nuestra receta preferida. No me canso de decirlo más que nada en esta receta tan particular de roscos de huevo en la que trabajamos en grupo tres generaciones. La abuela de jefa de cocina y de asistentes mi cuñada , mi hija y yo.
En un bol grande ponemos la piel de naranja rallada, un cascarón de azúcar, un cascarón de jugo de naranja, el aceite de oliva colado, el huevo y los 2 sobres de gasificante. Combinamos con una varilla manual hasta que los elementos queden bien integrados. Por cada huevo vamos a usar un cascarón de los elementos indicados. Les ofrecemos la vuelta y así quedan bien dorados por los dos lados. Ponemos abundante aceite de girasol en un cazo grande o sartén honda. En el momento en que esté caliente pero no en demasía vamos añadiendo ciertos roscos.
Aquí es donde en casa la liamos a partir de bien, gritos y risas no tienen la posibilidad de faltar y ojo todos en sus puestos sin distraerse. En primer lugar freímos el aceite de oliva con la matalauva, en el momento en que comience a olisquear lo retiramos y dejamos enfriar. Mientras que, rallamos el limón y la naranja reservando un trozo de la piel. Volvemos a amasar y vamos haciendo los roscos con pedacitos de masa con las manos aceitadas. Ya tenemos la posibilidad de freírlos en aceite ardiente hasta el momento en que se doren. Los escurrimos sobre papel absorbente y los rebozamos con azúcar.